Enfoque
La distopía, entendida como la representación de una posible realidad futura desde valores negativos (dys u-topia) se encuentra muy presente en la narrativa, la novela gráfica y el cine, alimentada por todo tipo de categorías distópicas: tecnológicas, económicas o zombis (entre una larga lista). Sin embargo, apenas tiene su reflejo en las artes escénicas donde solo en ocasiones muy puntuales se encuentran productos, espectáculos y textos, construidos sobre la realidad futura no deseable. En las artes escénicas, englobando varias disciplinas (teatro, danza, paraespectaculares) y diferentes formas de texto literario dramático, las distopías pueden configurarse de dos maneras: la primera estrategia, desde el texto literario dramático, como por ejemplo Última transmisión de QY Bazo, o Serena Apocalipsis de Verónica Fernández. La segunda estrategia, desde el texto espectacular, como el caso de Woyzeck del director Thomas Ostermeier.
En esta investigación, tras plantear la introducción ya presente, nos acercaremos a diferentes tipos de distopías para encontrar su reflejo en el universo de las artes escénicas, texto y (re)presentación. Ejemplificando con varias praxis espectaculares y textos literario-dramáticos enmarcados en dicha corriente, con el fin de establecer una aproximación a las dificultades que entrama desde el creador hasta la recepción la traslación de dicha tendencia tan presente en el imaginario cinematográfico y tan poco presente en las artes escénicas.
Yolanda López López
Comentó el 12/04/2023 a las 00:01:28
Enhorabuena, Diego. He disfrutado mucho de la ponencia y las líneas que propones y contextualizas en un entorno en el que la narrativa post-apocalíptica y distópica están tan presentes. Me surgen diversas preguntas, pero con el fin de no monopolizar el debate, adelanto dos principales. La primera: la crítica social, las inquietudes filosóficas y existenciales latían con fuerza en el origen de la ciencia ficción y estas narrativas. En ocasiones ha derivado en fórmulas más vinculadas con el puro entretenimiento (pensemos en determinadas películas, series o videojuegos), en ellas el "sobrevivir" hasta la siguiente pantalla funcionaba como principal o único objetivo. En los ejemplos de las artes escénicas que citas ¿es posible que sí esté más presente ese enfoque primigenio de la crítica y la reflexión? Y relacionado con todo ello, una segunda cuestión: a pesar de usar recursos propios del lenguaje cinematográfico o del medio audiovisual ¿dichas puestas en escena parten de referentes estéticos distintos, no? El "minimalismo" o elementos con valor simbólico o metafórico distaría de una escenografía más barroca o propia de universos televisivos, por ejemplo. Muchas gracias y felicidades.
Diego Palacio Enríquez
Comentó el 12/04/2023 a las 12:46:17
Saludos Yolanda, gracias por ver la ponencia y por tus preguntas.
No sé si te contestaré o solo generaré más reflexión, pero ahí vamos.
1) En el caso de las artes escénicas encontramos habitualmente dos estrategias claras:
a. La crítica social/política, que en efecto es bastante habitual.
b. La exaltación de las emociones y por lo tanto el "drama humano" como elemento principal sea cual sea la situación.
Como es evidente no van separadas sino que suelen encontrarse unidas y caminando al unísono, lo más habitual y por otro lado lo más interesante me atrevo a decir, es que para criticar el entorno social-político-económico, se utilice la segunda estrategia, algo que podemos ver en otras de teatro como "La noche de las almas abiertas" de Miguel Ángel Mañas, para hablar de cómo el poder económico a olvidado y estrangulado una parte de la sociedad, te cuentan el drama humano de lo que una persona es capaz de hacer para conseguir comida.
O en 1984 de Orwell, donde para hablar del control, nos cuentan el drama del personaje. Esta dupla de ambas estrategias son lo realmente interesante. Nuevamente otro ejemplo, The Last of Us, realmente el drama de: el Poder totalitario contra "los luciérnagas" nos interesa cuando generan un drama interno en el binomio Joel - Ellie y el personaje debe elegir entre el bien de muchos y el mal de pocos, o el bien de pocos y el mal de muchos.
Pero es verdad que existe cierta "tradición" a que el teatro sea ese "algo más" que genera ese "no sé qué" emocional-racional que conlleva una reflexión posterior, y que por lo tanto, esté más presente ese enfoque de crítica con posterior reflexión.
2) Ambas propuestas escénicas parte de referentes estéticos distintos, aunque seguro que en el imaginario de cada director encontramos muchos referentes ya arquetípicos, a saber, si hacemos algo sobre zombies, es difícil escapar a ciertos referentes que se han establecido como arquetipos ideales superando incluso su condición de mainstream. Es decir, antes si hacías un producto sobre zombies, tus referentes podían ser "The omega man", o "el último hombre vivo"... y eso eran referentes que solo llegaban a un % de creadores y de consumidores. Ahora si haces un producto sobre zombies, todo el mundo tiene en la cabeza "The Walking dead" aunque sea un fotograma visto en un zapping.
No obstante, respondiendo un poco más centrado sobre el minimalismo, creo que puede deberse a:
1) Aspectos meramente técnicos: presupuesto, producción y gira.
2) Apostar por los elementos puramente teatrales y por lo tanto la imaginación del espectador: menos es más.
3) Los propios referentes: siendo temáticas similares resulta diferente el "barroquismo" de "The falling skies" frente a lo "minimalista" de algunas temporadas (solo algunas) de "The walking dead".
4) Una apuesta por los creadores: dotar de mínimos elementos para máximo significado.
Existen otras propuestas teatrales, me viene a la cabeza Katie Mitchell, que utilizan muchas cámaras, y un nivel de detalle totalmente cinematográfico, muchos medios tecnológicos (forma) para narrar de manera muy concreta (actualmente denominado Live-cinema-show), se podría trasladar esta "forma barroca" al mundo distópico sin problemas.
Espero haberte contestado o al menos generar algunas ventanas de reflexión.
Un saludo.
Yolanda López López
Comentó el 12/04/2023 a las 16:17:07
Fantástico, Diego. Mil gracias por tomarte tanto tiempo en dar respuesta a mis cuestiones. Sospecho que, además de generar reflexión, cuentas con material para nuevas ponencias y textos... Los córdiceps como musas, quién lo iba a decir ;) Enhorabuena.
Antonio César Morón
Comentó el 11/04/2023 a las 18:51:23
Muchísimas gracias, Diego. Me encantan tus recomendaciones e intentaré utilizarlas dentro del texto final que presente en este congreso. Te dejo por aquí mi dirección de correo electrónico personal, para que, si estás interesado, me dejes tus datos postales y poder enviarte los libros que te interesen de los que te he comentado antes: acemores@gmail.com
Recibe un cordial saludo.
Diego Palacio Enríquez
Comentó el 11/04/2023 a las 18:52:45
Gracias Antonio, un placer, te escribo en breve.
UN saludo.
Antonio César Morón
Comentó el 11/04/2023 a las 13:08:17
Magnífica ponencia sobre un tema que, efectivamente, está por construir: es como si tuviéramos todas las herramientas para analizar textos distópicos dentro de la dramaturgia, pero faltan, efectivamente, esos textos, porque hasta el momento pocos autores teatrales se han interesado por el género. Por mi parte, como autor teatral, sí que me he interesado bastante por los géneros de la ciencia ficción, el terror y la distopía y a este respecto quisiera dejarte algunas de mis propuestas, por si en algún momento pudieran ser de tu interés: "Elipses. Ciencia ficción dramática" (Madrid, Fundamentos, 2014); "Petra. Cuentacuentos para un teatro de lo fantástico" (Madrid, Fundamentos, 2015); "Los cinco estigmas del éter. Historia y arcanos de una distopía" (Madrid, Fundamentos, 2018); "Rilkowk. Distopía Offshore" (Granada, Nazarí, 2020).
Diego Palacio Enríquez
Comentó el 11/04/2023 a las 14:09:38
Saludos Antonio, agradezco mucho todo tu aporte bibliográfico, algunos de ellos los conozco, otros no y me parecen muy atractivos, así que iré a por ellos.
Si me permites te recomiendo a su vez:
Distopias y cine. Futuros imperfectos. (Coord. Antonio José Navarro).
Contra la distopía. (Francisco Martorell Campos).
Filosofía del terror o paradojas del corazón (Noél Carroll).
Teatro, ciencias y ciencia ficción en las dos primeras décadas del siglo XXI (Ed. José Romera Castillo.
UN saludo.
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