Realidades escenificadas en la videoinstalación Communitas de Aernout Mik y su oposición al discurso sesgado de los mass media

Enfoque

En la sociedad actual, distinguir entre lo natural y lo artificial está en crisis. Tener control sobre la información implica poder y dominio sobre las personas que viven en ella. Esto supone tener autoridad y gobierno, no solo sobre nuestra autopercepción sino también sobre la percepción de la realidad de los que consideramos “otros”. Este control impone un imaginario inconsciente que adoctrina nuestros cuerpos y mentes bajo los criterios e intereses de los grupos hegemónicos de poder que son desplegados a través de los mass media. Esto condiciona nuestros actos inculcando sutilmente una serie de prejuicios, límites invisibles y condicionamientos reflejos que el artista Aernout Mik pone magistralmente en evidencia en su obra Communitas.

El objetivo de este estudio es señalar cómo la videoinstalación de arte puede convertirse en un mecanismo de resistencia frente a la imagen manipulada de la realidad que ofrecen en muchas ocasiones los mass media. Con ello se pretende evidenciar el complejo entramado en el que se sustenta los mecanismos de funcionamiento de las estructuras de poder y su relación con los mass media, analizando sus razones y alcance a través de los mecanismos narrativos del videoarte. Esto es posible mediante el despliegue de una realidad ficcional y el empoderamiento del espectador que, a través de su interacción con la obra, es convertido en parte activa del proceso. El conflicto que existe entre la imagen transmitida por los mass media y la experiencia real se ha abordado por medio del análisis de la videoinstalación Communitas de Aernout Mik. El modo en que el artista diseña esta obra, entre la ambigüedad y la extrañeza, rompe con el imaginario estandarizado y hegemónico de la narrativa fílmica de los medios de comunicación de masas y nos ayuda a cambiar la forma en la que percibimos la realidad.

Communitas es una videoinstalación en la que el ritmo ficticio del celuloide se humaniza a través de un relato que opera desde la anacronía derivada de la recreación engañosa de una realidad alternativa. Esta es generada mediante el apropiacionismo del imaginario de los mass media y el montaje visual de la imagen fílmica. Mik utiliza en su montaje el gesto dislocado y la realidad escenificada como mecanismos narrativos que empujan al espectador a poner en cuestión los valores asumidos y aceptados de forma inconsciente por la sociedad. El silencio y la ausencia de guión o diálogo de sus personajes funciona como un aglutinador de la acción visible haciendo al espectador más consciente de su entorno.

Como resultado, podremos constatar cómo la videoinstalación Communitas genera una alternativa a la propuesta normalizada de los mass media que es resignificada como un concepto multirrítmico y heterogéneo, ofreciendo de este modo la posibilidad de pensar otra realidad que nos devuelve la autonomía y el control de su experimentación.