Enfoque
Este primer cuarto del siglo XXI que concluye nos ha traído una novedad hasta cierto punto inesperada: el sonido recupera espacio dentro de la comunicación audiovisual, en algunos aspectos gana incluso primacía. Aporta, renueva, innova. La era digital no le sorprende o lo rezaga, todo lo contrario, el sonido es signo del tiempo, el de hoy es el tiempo de la oralidad digital.
El sonido pasa a dominar la vida cotidiana, con la irrupción en especial del teléfono móvil y nuestra dependencia de él. Pero tenemos muchas más novedades:
La revolución del pódcast: un nuevo instrumento que mediante la voz, muy personalizada, da interés supletorio y sobre todo credibilidad a la información.
Y que supone una nueva aportación al universo del entretenimiento y en especial a ese campo de la música siempre en expansión.
La irrupción de la voz sintética y su utilización cotidiana y diversificada. No solo es la voz del GPS en carretera, es la conversión de Alexa o Siri en acompañantes cómodos y casi imprescindibles. Crecen los asistentes de voz y aprendemos a valorar calidad del sonido, utilidades, accesibilidad.
El auge y diversificación de la voz en el teléfono móvil. El SMS es ya la prehistoria, el mensaje de audio por WhatsApp, tan inmediato y convincente, gana uso. Es mas cómodo hablar que escribir. En el universo de los smartphone, los teléfonos inteligentes, la voz compite con el dedo, y es más rápida.
El audiolibro, el audioartículo. El sonido, la voz, entran en campos hasta ahora ajenos, descubriendo posibilidades, ampliando y completando, nunca cercenando. Gana públicos difíciles, la niñez y adolescencia, la tercera edad…
La Radio en tiempo de pandemias mantiene su credibilidad, y gana como vehículo de información y de servicio. La voz en la radio es, entre tantos otros factores, compañía, cuando tanto crece el número de personas que viven solas.
Bluetooth, como oportuno puente entre tecnologías, atendiendo especialmente la transmisión de la voz
Atención a las novedades que se anuncian, como la nevera con voz y posibilidad de dialogo, o el ordenador sin teclado, manejado por la voz
Son, entre otras, novedades o transformaciones de nuestros días, que por su propia velocidad de implantación y su amplitud merecen, exigen diríamos, la reflexión serena y crítica, para ver también sus contras, sus deficiencias, ayudar a subsanarlas en lo posible y sugerir mejoras.